PoemasDIOS AMADO
Digna Gonzalez © Inspiraciones 1997 Dios amado, Aquí estoy contigo, dándote la honra, La gloria y el honor. Yo te amo. Te doy mi vida entera, Sin dudas te la entrego. Recíbela Señor. Yo en Tus brazos, me siento muy segura, Sabiendo que ya nadie, podrá dañarla mas. Yo había esperado, con gozo y alegría, Que entrarás a mi vida, y no dejarte más. Te prometo así estar por siempre; Gozando de Tu dicha, Tu gracia y de Tu amor. Cuando siento, de Tu hermoso consuelo Que sana mis heridas, y quita mi dolor. Te doy gracias, por Tu amor infinito Y por Tu gran perdón. |
HistoriasJesús nos dice lo siguiente, “En esto conocerán que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros” (Juan 13:35).
Nuestra tarjeta de identificación como hijos de Dios y discípulos de Jesús, es nuestro amor los unos con los otros. Nuestra identificación no es una cruz que llevemos en nuestro cuello, o una pulsera con el símbolo cristiano o una calcomanía que pongamos detrás de nuestro automóvil. Sino que es, como nos tratamos los unos con los otros como familia de Dios. Ya hay mucha crítica entre creyentes de diferentes denominaciones, especialmente entre ministros del Evangelio. Tan serio es esto cuando nos empezamos a calificar de cierta manera. Por ejemplo, fulano de tal es un hereje o es un apóstata de la fe. Etc.. Jesús dijo en Mateo 7:15-20 “Cuídense de los falsos profetas, que vienen a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Ustedes los conocerán por sus frutos, pues no se recogen uvas de los espinos, ni higos de los abrojos. Del mismo modo, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. El buen árbol no puede dar frutos malos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que ustedes los conocerán por sus frutos.” Notemos varios puntos aquí: 1. Sí hay falsos profetas, o maestros o pastores o evangelistas y apóstoles. Este es un hecho que no podemos negar. Pero, ¿Cómo se descubren? 2. Por sus frutos. Un espino no puede dar uvas; de un abrojo no se pueden recoger higos. 3. Un árbol malo produce frutos malos y un árbol bueno produce buenos frutos. Y 4. Dios es el que los va a cortar y juzgar. El punto aquí, como creyentes y ministros del Evangelio de Dios, no podemos o debemos calificar a otro ministro como “falso” solo porque tiene otro punto de vista doctrinal. Mira sus frutos primero. Si él está trayendo almas al Señor y las está sacando del infierno y su ministerio está haciendo la diferencia entre la gente y están creciendo en el conocimiento de Dios. Este es tu hermano y consiervo. Ahora, si alguno, como dice Pablo, predica otro Evangelio diferente, entonces sí, lo podemos juzgar (2 Corintios 11:4; Gálatas 1:8). Entonces, si tú crees que solo podemos ser salvos a través del sacrificio de Jesús en la cruz; que Jesús resucitó al tercer día; que somos llamados a ser santos y que esperamos el día de Su venida por nosotros, todo lo demás no importa. Todo lo demás es trivial. Enfócate en lo que tienes en común con tu hermano en lugar de enfocarte en las diferencias. Recuerda que cuando todos estemos reinando con el Señor, vamos a estar todos juntos como familia amándonos los unos con los otros. Vale la pena practicar el amor aquí. Nuestra vida aquí en la tierra es solo una práctica de lo que vamos a estar haciendo en el cielo. Recuerda la oración modelo de Jesús. “…Hágase Tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Mateo 6:9-15). Víctor González ---------------------- Will Claye Diez veces dieron los atletas de EEUU la vuelta a la pista de Estambul como ganadores absolutos de sus pruebas. Nueve con su bandera, y una con la Biblia en la mano. Estados Unidos batió el récord de oros en la historia de la competición de atletismo en pista cubierta. Diez veces dieron triunfantes los atletas norteamericanos la vuelta a la pista azul de Estambul como ganadores de sus respectivas pruebas. Nueve con las barras y estrellas ondeando a su estela, y una con una Biblia en la mano. Todo un símbolo del dominio indiscutible de su equipo en unos Mundiales en pista cubierta, ya exhibido en Daegu, Corea del Sur el pasado verano al aire libre y ahora corroborado en Estambul en pista cubierta. Nunca en la historia de la competición, nacida en 1985, consiguió un país, ni la todopoderosa Rusia de su tiempo, lo que logró el pasado fin de semana turco el equipo de Estados Unidos, una cosecha de 10 medallas de oro. Para festejar la décima vuelta, no hubo bandera, sino una Biblia, un símbolo que quizás para muchos estadounidenses sea equivalente: su verdadero reino no es de este mundo, pero estás en medio de él. En concreto fue Will Claye, cristiano evangélico y un magnífico triplista de 20 años, quien tras ganar su competición con 17,70 metros (mejor marca personal y mundial del año) dio la vuelta a la pista con una gran Biblia, azul y muy usada, muy leída, en la mano derecha . Ya hizo lo mismo cuando fue bronce en Corea en 2011, Rememoraba así Claye el gesto de otro atleta evangélico, el pastor bautista Forrest Custer Smithson, de Oregón, que corrió, y ganó, los 110 metros vallas de los primeros Juegos de Londres, los de 1908, portando una Biblia en la mano izquierda . “Soy un creyente, (…) Dios tiene el control”. Y se ve su fe y la importancia que da a Dios, incluso por encima de sus éxitos deportivos. Por ejemplo, estos días, antes de su victoria, el escribió en su cuenta de Twitter, “Podría no recibir reconocimiento o premios del mundo, pero sé que voy a tener la recompensa del Señor por su gracia” También escribe: “Todas las promesas de Dios se obtienen a través de la fe… y sólo por la fe!”. No es que corra con una Biblia en la mano cuando gana. Corre siempre con ella en el corazón. Tomado en parte de www.integridad.com |