Podemos elegir dejarnos llevar por la corriente o elegir vivir por principios y no por las circunstancias. Claro, ir en contra de la corriente nunca es fácil; pero, si es prometedor.
Es prometedor cuando nos enfocamos en las promesas de Dios y no las promesas de los políticos o de los que se dicen saberlo todo. Y como es de esperarse, los hombres van a fallar pero, Dios nunca nos va a defraudar.
El Salmo 23 nos da un cuadro muy prometedor y sí, podemos confiar en el único que nunca falla. Nuestro padre Celestial.
Si confiamos en Jesús como nuestro Buen Pastor, esto es lo que Él hará:
1. Nada nos faltará.
2. Nos dará descanso en delicados pastos con suficiente agua.
3. Confortará nuestra alma.
4. Nos guiará por sendas justas.
5. Él va a estar con nosotros cuando andemos en “valles de sombra de muerte”.
6. Nos alentará
7. Aún en presencia de nuestros enemigos nos dará un banquete.
8. El bien y la misericordia nos seguirán mientras vivamos en esta tierra.
9. …y mucho más
Hay un favor especial para los hijos de Dios. Y esto, se hará más prominente en este año.
Bendiciones,